La Maldición de la Versión Original
En todo caso, no quisiera distraerme del objeto principal de estas líneas que no es el de hacer una arenga a favor de la versión original sino el de explicar que, por esa cuestión, el repertorio de cines al que puedo ir es más que limitado. Por ello, cada vez que ponen una peli española en cines como el Roxy (pantalla y sala grandes) o en el Proyecciones (pantalla y sala gigantes), acudo raudo a celebrar que puedo ver una peli en las mejores condiciones. Y es que estoy harto de las salas pequeñas en las que, con poquísimas excepciones, nos tenemos que recluir aquellos que no queremos ver versiones dobladas de las pelis.

Precisamente, el último domingo de octubre, pese a que proyectaban El Orfanato en el Proyecciones, por aquello de ver amig@s que no ves con tanta frecuencia, acudí a verla al Renoir de Cuatro Caminos. Fui a regañadientes y lamentando este hecho, todo sea dicho, ya que la oferta de ese día se completaba con un pleno de películas españolas, algunas de las cuales ya había visto con lo que no quedaba mucha opción. El caso es que, para rematar la faena, me tocó la puñetera y sui generis Sala 4, la más pequeña, poco más grande que el salón de mi casa y, para colmo, con una pantalla oblicua ya que la distribución y forma de la sala son un tanto especiales. La pantalla, además, es altísima y en forma de 4:3 (la de la pantalla de televisión) cuando el cine se proyecta en 16:9. En cristiano, es como ir al cine a ver la peli en cinemascope, con las bandas negras (o, en este caso, blancas) por encima y debajo de la imagen. Salí abjurando y perjurando que me iba a quedar con el número de sala (tengo malísima memoria para este tipo de cosas) para no repetir en ella nunca más… Casi prefiero el home cinema…
Quizá no debería quejarme tanto puesto que conozco salas aún peores, en los Renoir de Plaza de España y en los Princesa de la Plaza de los Cubos. Pero tengo que protestar de alguna forma. Sé que los adictos a la versión original no somos los más numerosos pero sí que solemos ser un público fiel, que llena los cines en las que se proyectan, que vamos con gran frecuencia al cine, que vamos con mucha más ilusión que mucha gente y, por tanto, dejándonos mucho más dinero. La pregunta que me queda es ¿Por qué se nos maltrata así? ¿Por qué una persona que va al cine una vez al año a ver una peli doblada puede estar en un cine gigantesco, en una butaca cómoda y con un pantallón, mientras que otros como yo, que vamos varias veces al mes e, incuso, a la semana, estamos condenados a las mini salas con mini pantallas y mini butacas? Es más ¿por qué la entrada tiene el mismo precio? Ya sé que alguno me dirá que el Proyecciones es más caro pero el Roxy cuesta lo mismo que los Ideal…
Sres. Del Cine, la única razón que nos queda hoy en día para ir al cine es la experiencia de disfrutar una película en una gran pantalla, con un gran sonido, viviéndola con una intensidad y un disfrute inigualables al de casa. Bien, sigan metiéndonos en cubículos y acabarán convenciéndonos de lo contrario. Y les recuerdo que el acceso a las películas en estos tiempos no tiene por qué ser pagando. Cuiden su negocio, señores.
Comentarios
Por otro lado, también he vivido situaciones curiosas en esa sala; pregunte Ud. al impostor lo ocurrido durante la reposición de "Farenheit 451".
Otra sala penosa de V.O., se ubica en los cines Renoir; concretamente la sala 4, donde he visto grandes películas ("Abajo el telón" o "Palíndromos"), en pésimas condiciones.
Por cierto, no sé si Ud. habrá notado el desbarajuste en materia de sonido que tienen todas las salas de los cines Princesa. ¿Es manía mia o Ud. también se ha percatado?
No quiero terminar este comentario, sin dejar de referirme a una sala de V.O. que es bastante aceptable. Se trata de la sala 2 de los cines Golem (anteriormente conocidos como Alphaville).
Sin más, me despido muy afectuosamente.
Un abrazo.
P.D. En breve le mandaré una nueva agenda de conciertos,completamente actualizada. Un adelanto, The New Pornographers el martes 4 de diciembre en La Sol.
PS. Sin embargo creo que esta vez no me aseguraré pagando de nuevo por ella.
Eso sí, me gustaría saber quién es el ranger "liverani"... y si es otra identidad del ranger "cauldfield" (al que, por cierto, sobra la primera d. Sospecho de alguien a quien llaman "Presidente"...
Y se me ocurre una locura ¿se habrá inspirado en él Matt Groening?