Cuando la Publicidad es Inútil

Parece que el Ayuntamiento de Madrid no tiene mejores cosas en que gastarse el dinero que en una campaña para intentar acabar con la prostitución. Es sin duda, una prueba de fe ciega en la capacidad de influir de la publicidad que acabaría así con una práctica milenaria. Nada menos. A la cabeza del proyecto, la concejalía de Asuntos Sociales, es decir, la inefable Ana Botella, célebre por la oquedad del interior de su cabeza, por tener y demostrar la sensibilidad social del caracol cebollero (con mis disculpas para estos animales) y por su tendencia a las metáforas frutales para explicar sus ideas más retrógradas. Ciertamente no termino de entender por qué no siguen el ejemplo de otros países más avanzados y civilizados y se legaliza de una vez una actividad que en si no es dañina. Lo dañino son las redes mafiosas que se tejen al albor de la ausencia de una ley que lo regule. Es lo mismo que pasa con las drogas y, hasta cierto punto, con el aborto. Es un grave error creer que el orige...