Pirómanos de la libertad


Anonadado y avergonzado asisto a la esperpéntica declaración del Portavoz de ERC en el Parlamento Catalán, Joan Ridao (el sujeto de la foto) por la que su partido apoya, sin fisura alguna, a los independentistas que en los últimos días se han reunido para quemar fotos del Rey y su familia que este presunto demócrata y paladín de las libertades considera como "libertad de expresión". El siguiente link permite acceder a un resumen de la resolución aprobada por su partido que bien resume el punto sexto: "ERC se solidariza con las personas e instituciones que, en ejercicio del derecho a la libre expresión, pudieran verse violentadas por el Estado".



Quede claro, antes de seguir, que soy republicano y de izquierdas, para que no haya errores ni confusiones, ni me tilden de fascista y retrógrado cuando afirme que no puedo sino evitar una repulsa cada vez mayor por esta banda de catetos que no hace sino alimentar el sentimiento antinacionalista y cargar de razón a la carpetovetónica derechona de nuestro país. Flaco favor le hace, por tanto, a la democracia el defender unas acciones vandálicas y radicales, lejos del respeto a las ideas ajenas que debe imperar en toda democracia. Sin tolerancia y diálogo la convivencia es imposible y estas imágenes que nos llegan estos días desde Cataluña preocupan por su similitud con la Kale Borroca vasca. Nace así la Lluita del Carrer y surge inmediatamente la pregunta ¿qué significa para ellos la quema de fotos de un representante del estado? Teniendo en cuenta que si bien, el Rey no ha sido elegido democráticamente, es un garante del Estado de derecho y su papel en el asentamiento de la democracia en nuestro país ha sido fundamental, sólo por eso, merece el máximo respeto, incluso de aquellos que consideramos su figura como un anacronismo y anhelamos poder elegir a nuestro Jefe del Estado. Cuando veo a estos descerebrados ignorantes quemando las fotos del Rey, me los imagino quemando en la hoguera a todos aquellos que no están de acuerdo con sus ideas, situándose a la misma altura que los aprendices de terroristas del País Vasco.

Pese a los 30 años transcurridos desde las primeras elecciones libres, la falta de cultura democrática sigue siendo una de las lacras de este país. Que muchos de estos radicales hayan nacido durante este perído es más preocupante aún. Demuestra que aún faltan unas cuantas generaciones para que aprendamos a aceptar que no todo el mundo piensa igual. Los partidos políticos deberían ser los primeros que dieran ejemplo pero, si lamentable es la acitud reaccionaria de la derecha, ver a un partido de izquierdas comportarse de tal guiso es, si cabe, aún más triste.

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Estoy contigo: yo tampoco soy especialmente monárquico (tampoco especialmente republicano: qué añejo estos términos metidos en la democracia moderna), pero quemar fotos es como muy cateto. Debe de esconder una especie de simbologia que es nos escapa al resto de los mortales que nos somos nacionalistas.

Hace nada, Anasagasti dijo una frase que ilustra este tema de manera genial: preguntado por las reacciones antimonarquicas, el politico del pelo ralo decía algo asi como "menudo vasco es el Iñaki Urdangarín que no le ha puesto a ninguno de sus hijos ningun nombre vasco".

Eso es lo que les importa a ellos: los nombres, tener DNI propio, una seleccion de futbol, un idioma en el que poner los documentos oficiales... pura apariencia de Estado. ¡Qué profundo, coño, que profundo sentimiento!

Abrazo!

PD. Hmmm... pensé que hoy tocaba post de Radiohead... Yo la he dado!
Suzette ha dicho que…
Gran artículo Yago. A mí esto ya me parece una pantomima de tal magnitud, que en lugar de indignación me empieza a producir muuuuucha pereza y una profunda somnolencia, lo cual, ya no me importa teniendo en cuenta que mi objetivo en la próxima vida es reencarnarme en marmota para no tener que aguantar a todos estos gilipollas.

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