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Mostrando entradas de octubre, 2008

Felicidades Juan José Millás... y Gracias!

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De nuevo me veo obligado a hacer un alto en este periplo japonés para comentar una noticia de rabiosa actualidad: Juan José Millás que, junto con Eduardo Mendoza, es uno de mis héroes literarios ha recibido merecidísimamente el Premio Nacional de Narrativa . Una excelente noticia y una gran recompensa para este escritor, autor de grandes novelas y, por encima de eso, creador de un estilo singular e inimitable que juega con la realidad y con las palabras (signifiquen lo que rayos signifiquen estas) para hacernos sumergir en un mundo surreal, irreal pero tangible con una capacidad única para hacernos ver lo que nos rodea sin saber si estamos dentro o fuera. Como columnista es, además, insuperable. Es imposible decir más con menos palabras. Es un milagro que, en el pequeño espacio que representa su columna de la última página de El País de los viernes, sea capaz de contar esas historias, de realizar esas críticas tan contundentes. Un genio de las letras, sin duda alguna. Por cierto, es ir

Himeji y Nara: Una vuelta alrededor de Kioto y nos vamos a Hiroshima y Miyayima

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Para no ser menos que Tokio, Kioto también tiene cerca algunos sitios para ir de excursión saliendo y volviendo el mismo día. Ya hemos comentado aquí la espectacularidad de Nikko y comentaremos en días venideros la de Kamakura pero antes de salir de Kioto, hay que hacer una parada y detenernos en dos lugares muy especiales. El castillo más importante de Japón se encuentra a sólo media hora de aquí, en un agradable y tranquilo pueblecito que se viste de ciudad, con su neón, para hacernos notar que el desarrollo japonés ha llegado al último rincón. A él hemos llegado por la tarde, tras haber pasado la mañana visitando, entre otros templos, el inconmensurable “Golden Pavillion”. Se trata de Himeji, un lugar en el que merece la pena emplear las tres horas que se tarda en recorrer el interior del magnífico castillo y los jardines anexos. Los castillos japoneses, de paredes blancas, revestimientos dorados y tejados con el característico triángulo de puntas redondeadas en nada se parecen a lo